Árboles nativos de Argentina que rodean el Museo

DÍA NACIONAL DEL ÁRBOL – 29 de agosto
Celebración día del árbol del 25 al 31 de agosto.

Los árboles brindan una infinidad de servicios al ambiente y a los seres humanos: sombra, oxígeno, retención de agua y partículas contaminantes, disminución de ruidos, lugares para que aniden pájaros, relajación visual por su armonía, belleza estética, además de comida, madera, fibras, medicinas, etc. ¡Por eso festejamos su día!
Para celebrarlo hemos preparado estas postales cotidianas del predio y la vereda que rodea al museo. Podrás reconocer esta exquisita muestra de árboles nativos que escolta a nuestra institución accediendo a nuestra página web o escaneando los códigos QR que estarán colocados en el perímetro del Museo.
¿Te animás a reconocer algunos árboles nativos argentinos en los jardines del Museo y sus alrededores?
Textos realizados por el Dr. Diego Gutierrez y la Lic. Vanina Salgado- División Plantas Vasculares, Área Botánica
Coord. Museología y Educación-MACN

1-Ibirapitá
Peltophorum dubium

Árbol muy alto de hasta 35 m con troncos gruesos y rectos. Las hojas están doblemente divididas en partes más pequeñas que se confunden con hojitas. De enero a marzo posee flores amarillas agrupadas, muy llamativas en la copa del árbol. fruto 1-3 semillas y de forma plana que le permite dispersarse por el viento.
Su madera se utiliza en carpintería y ebanistería, y su corteza es medicinal. Su gran copa para sombra y sus vistosas flores hacen de él un hermoso árbol ornamental.
En Argentina crece en las selvas del litoral y el este de la región chaqueña.
> Observar: registrá en qué mes comienzan a salir sus vistosas flores amarillas.

2-Palmera Pindó
Syagrus romanzoffiana

La pindó es en realidad una palmera, el tronco usualmente no se ramifica (se le dice estípite) y las hojas muy apretadas se agrupan en la parte superior.
En el caso de la palmera pindó las hojas son plumosas de hasta 5 m de largo. La palmera alcanza hasta 25 m de altura y tiene un tronco casi liso con suaves cicatrices como anillos . Las flores se encuentran de enero a diciembre, las cuales incontablemente numerosas y muy pequeñas están sobre tallitos péndulos. Sus frutos maduros son carnosos de color amarillo o naranja.
Se plantan como ornamentales y también de ellas se extrae madera y fibras para cestería. Son medicinales y sus frutos comestibles.
En Argentina habita principalmente el litoral siendo la palmera que llega más al sur, hasta el delta del río Paraná y el Río de la Plata.
> Observar: registra si las aves frecuentan la palmera Pindó.

3-Higuerón
Ficus luschnathiana

Es un árbol epífito, es decir, ¡un árbol que crece sobre otros árboles o palmeras! Además puede crecer en las grietas de paredes o solitario en el suelo. Alcanza los 15 m de altura, presenta látex (sustancia que l protege de insectos) y sus hojas son elípticas con la consistencia de cuero. Sus flores tan pero tan pequeñas que solo pueden verse con lupas, y están en el interior de estructuras que al madurar nos hacen acordar a pequeños higos.
Tiene usos como madera para hacer cajones, es medicinal y con sus frutos adecuadamente preparados se hacen mermeladas en la cocina tradicional. ¿Cómo llegan las semillas del higuerón a nuevos árboles donde germinar? Por medio de aves que comen sus frutos y dejan las semillas sin darse cuenta. Cuando el higuerón crece sobre otro árbol hacia arriba desarrolla ramas y hacia el suelo el tronco y las raíces, abrazando a la planta hospedadora, en el caso del Museo una palmera.
Crece en Argentina en el litoral desde norte de Buenos Aires a Misiones.
> Observar: ¿Qué planta en el Museo es el sostén del higuerón?

4-Lapacho amarillo misionero
Handroanthus pulcherrimus

Es un árbol que generalmente alcanza los 8 m de altura con un tronco recto y grueso. Cada hoja está dividida en cinco partes separadas que aparentan ser hojitas independientes, y en conjunto tiene forma de la palma de la mano. Sus flores son amarillas y muy vistosas, y durante septiembre a febrero cubren toda su copa. El fruto tiene aspecto de chaucha alargada, es de color marrón a la madurez y libera gran cantidad de semillas aladas que son dispersadas por el viento.
Es un árbol de uso ornamental en veredas, plazas y parques. Según la cultura guaraní las diversas especies de lapachos (de flores amarillas, fucsias y blancas) son símbolos de fortaleza.
En Argentina crece en el extremo noreste en selva.
> Observar: ¿Los bordes de las “hojitas” son lisos o aserrados?

5-Palo borracho blanco
Ceiba chodatii

Es un árbol de hasta 15 m de altura, con el tronco abultado en su parte media, corteza con líneas verticales verdes y numerosas espinas leñosas (aguijones). Cada hoja tiene cinco partes independientes, que aparentan cinco hojas, con la forma de la palma de una mano. Las flores son muy grandes, color crema, blancas o amarillas, florecen de marzo a abril. Sus frutos son leñosos y se ven péndulos por su gran peso, con numerosas semillas negras en su interior rodeadas de pelos algodonosos.
Tiene múltiples usos por su madera blanda, como alimento y medicina. Tradicionalmente los pelos del fruto se usaban para rellenar almohadones. También llamada yuchán, barrigudo o árbol botella, es una especie que forma parte de numerosas leyendas de los pueblos originaros relacionadas con el origen de la vida.
En el norte de Argentina crece generalmente en el Chaco Seco y ambientes asociados de las Yungas.
> Observar: ¿Qué cantidad de frutos péndulos permanecen aún en la planta?

6-Ceibo
Erythrina crista-galli

Es un árbol bajo de hasta 10 m con troncos y ramas retorcidos o arqueados. Las hojas están divididas en tres partes aparentando grupitos de “tres hojas”: una terminal y dos laterales. Las flores de color rojo intenso.
El fruto es una chaucha (legumbre) marrón o negra algo curva con varias semillas.
Debido a la belleza en la forma y color de sus flores fue declarada la Flor Nacional por Argentina (desde 1942) y Uruguay. Tiene usos industriales y madereros, ornamentales, para tinción y medicinales. Además el ceibo está asociado a la cultura argentina por medio de numerosas historias como el guaraní en la cual Anahí se convirtió en su flor.
Crece en los bosques de Argentina, en el noroeste y noreste, alcanzando el norte de la región pampeana y el Río de la Plata por el sur. Muy común en suelos inundables e importante en la formación de nuevas islas del delta.
> Observar: registra si han salido los primeros brotes verdes de Ceibo.

7-Tala
Celtis tala

Es un árbol de hasta 12 m de altura, con uno o varios troncos, ramitas terminales en zigzag y pequeñas espinas que nacen de a dos. Sus hojas son ovadas con el borde a modo de pequeños serruchos. Las flores no son llamativas y frutos carnosos anaranjados.
Se cultiva como forestal por su madera y ornamental, se utiliza en la medicina popular y su fruto dulce es comestible. El tala aparece en innumerables producciones artísticas folclóricas de la región. Por ejemplo, en boca del gaucho Martín Fierro, José Hernández dice: “Si hasta el gaucho más activo / con más espinas que un tala / aflueja estando en las malas”. En 2015 fue declarado “Árbol Emblemático de la ciudad de Buenos Aires”.
Se distribuye ampliamente en el centro y norte de Argentina hasta alcanzar la región pampeana. En la costa rioplatense suele crecer formando talares sobre suelos de conchillas, si bien por el avance de la urbanización ha reducido sus poblaciones.
Observar: toca una hoja: ¿describirías su superficie cómo fina o gruesa?

8-Palo borracho rosado
Ceiba speciosa
En un árbol que puede alcanzar los 25 m de altura con tronco a veces ensanchado, la corteza llena de líneas verdes verticales y muchas ramas generalmente horizontales. Cada hoja tiene cinco o siete partes separadas, que aparentan ser hojas independientes, con la forma de la palma de una mano. Las flores son muy grandes, con predominio de colores rosado o fucsia, florecen de marzo a abril. Sus frutos son leñosos y se ven péndulos por su gran peso, con numerosas semillas negras en su interior rodeadas de pelos algodonosos por el viento.
Tiene múltiples usos por su madera blanda, como alimento, medicina y ornamental. Tradicionalmente los pelos del fruto se usaban para rellenar almohadones. Su nombre científico alude a sus hermosas flores las cuales embellecen las veredas frente al Museo y toda la ciudad cuando en otoño el resto de los árboles pierden sus hojas.
Se distribuye naturalmente en el noreste de Argentina en el Chaco Húmedo.

> Observar: ¿Qué color presentan los frutos péndulos del Palo Borracho rosado?

9-Jacarandá
Jacaranda mimosifolia
Es un árbol de hasta 20 m con tronco grueso y recto. Las hojas son muy grandes y están doblemente divididas en partes más pequeñas que suelen confundirse con hojitas. Presenta un fruto leñoso que aparenta tener dos tapas como unas castañuelas (instrumento musical de percusión), y en su interior resguarda numerosas semillas con un ala que facilita la dispersión por el viento. Posee flores muy llamativas, difícil de definir en su tonalidad entre azul, celeste y lila, las cuales florecen entre octubre y marzo.
Cuando sus flores caen, tapizan el suelo de colores azulados en la que se dibujan diversas formas que son borradas por el viento. En palabras de María Elena Walsh y Palito Ortega: “El viento como un brujo / Vino por acá / Con su cola barrió el dibujo / Del jacarandá”. Tiene diversos usos en carpintería, como ornamental y de sombra, y posee propiedades medicinales.
Especie del noroeste de Argentina, en la Yungas y el oeste de la región También se puede encontrar escapada de su cultivo en la región rioplatense.
> Observar: ¿Cuántas jacarandás hay en la vereda del Museo?

10-Tipa blanca
Tipuana tipu
Árbol muy alto de hasta 40 m con troncos rectos. Las hojas son amplias y están divididas en partes individuales que se confunden con hojitas. De octubre a diciembre posee numerosas flores amarillas en la copa que caen rápidamente al suelo y forman una alfombra amarillo-anaranjada. Presenta un fruto con un ala plana que le permite dispersarse por el viento y al caer describe giros como si fuera un helicóptero.
Se encuentra muy difundido en la ciudad y particularmente en el parque Centenario. No te sorprendas en la primavera y verano si al caminar por las veredas del Museo y pasar debajo de una tipa te mojen unas pocas gotas … es “la lluvia de las tipas”; realmente copos de espuma producidos por una chicharrita que se alimenta de la savia de sus hojas.
Es a los pies de una tipa centenaria en la plaza Lavalle del centro porteño donde la ciudad de Buenos Aires homenajea al árbol con una placa, “ser que tanto hacer para asegurar la vida en la Tierra”.
Especie del noroeste de Argentina, en la Yungas y el oeste de la región chaqueña. Escapada de su cultivo se puede encontrar en la región rioplatense. Se planta como ornamental y de sombra en plazas, parques y veredas.
Experimentar: si observas un fruto de tipa en el suelo prueba tirarlo desde un lugar de cierta altura. ¡Te sorprenderá su estructura aerodinámica!