Se trata de Hoplias guri, cuyo hallazgo refuerza la importancia biogeográfica de las regiones del Alto Paraná, Urugua-í e Iguazú.
Recientemente, un equipo de trabajo conformado por Sergio Bogan (MACNBR- CONICET), Yamila Cardoso (UNLP), Juan José Rosso y Juan Martín Díaz de Astarloa (UNMDP) describieron una nueva especie tararira identificada a partir de ejemplares recolectados en Argentina y Brasil, específicamente en la cuenca del río Iguazú, el embalse Urugua-í y en la cuenca alta del río Paraná. El nombre de la especie, guri, rinde homenaje a todos aquellos niños –guri o ngurí, en lengua guaraní- que, como el protagonista de la canción folclórica “Guri Pescador”, del cantautor Osiris Rodríguez Castillo, crecieron soñando con atrapar una gran tararira.
La nueva especie pertenece al grupo H. malabaricus, un linaje de tarariras ampliamente distribuido en América del Sur, conocido por su diversidad críptica (es decir, especies morfológicamente similares, pero genéticamente distintas). “Lo que hicimos fue combinar análisis morfológicos clásicos con genética molecular mediante el análisis de una pequeña secuencia estándar de ADN. Estos dos análisis combinados fueron la clave para poder establecer los caracteres distintivos de Hoplias guri y a su vez comprender la distancia genética que existe entre esta especie y las demás especies de tarariras”, explica Sergio Bogan (MACN-CONICET).
Las tarariras son peces carnívoros, de cuerpo robusto, mandíbulas poderosas y dientes afilados, adaptados para consumir vorazmente presas vivas como otros peces, anfibios, reptiles e incluso pequeños mamíferos. Habitan ríos, lagunas y zonas de aguas lentas, mostrando un comportamiento de emboscada: permanecen inmóviles entre la vegetación hasta lanzarse repentinamente sobre sus presas.
Todas las localidades donde se encuentra esta nueva especie están situadas aguas arriba de grandes cataratas y saltos, que probablemente actuaron como barreras naturales, favoreciendo su aislamiento y diferenciación evolutiva.
La provincia de Misiones, ubicada en el noreste argentino, se destaca por su extraordinaria riqueza natural. Aunque representa apenas el 0,8% del territorio nacional, alberga más del 40% de la diversidad de peces de agua dulce del país. Su compleja red hídrica, formada por los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay, junto a sus saltos, cascadas y la selva misionera que los rodea, hacen de esta región un verdadero hotspot de biodiversidad. Según Bogan, este tipo de descubrimientos no solo enriquecen el conocimiento científico, sino que también ayudan a definir políticas de conservación más precisas para cada especie.



