Después de tres intensas semanas de exploración en el cañón submarino de Mar del Plata, la campaña oceanográfica liderada por investigadores del CONICET junto al Schmidt Ocean Institute, regresó al puerto de Buenos Aires con cientos de muestras recolectadas a 3.900 metros de profundidad. 

Las muestras recolectadas por el ROV SuBastian fueron trasladadas al Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR), donde ya comenzaron los primeros análisis en los laboratorios. Los investigadores trabajan con especies ya conocidas, pero también con potenciales nuevas especies. Cada muestra, una vez identificada, será incorporada oficialmente a la colección del museo.

La mayor parte de las muestras están conservadas en alcohol, aunque algunas, dependiendo del tipo, se mantienen en una solución de formol con agua de mar. El cuidado es fundamental: si el alcohol se evapora, la muestra puede deteriorarse. 

Guido Pastorino, investigador del Laboratorio de Ecosistemas Marinos (LEMar) del MACN y uno de los científicos que formó parte de la expedición, cuenta cómo es el trabajo que sigue en esta etapa:

“Las muestras llegaron ya separadas por grupos zoológicos, lo cual facilita mucho el trabajo inicial. Cada investigador sabía más o menos qué tipo de material le interesaba analizar”, explica. Sin embargo, advierte que aún queda una tarea importante por delante: “A veces en el barco, por la rapidez del trabajo, se agrupan ejemplares que parecen de la misma especie, pero que después descubrimos que terminan siendo de distintas especies”. 

Los investigadores señalan que los resultados de esta expedición podrían tardar años en completarse. Sin embargo, el impacto será significativo: actualizar registros de biodiversidad, evaluar el estado de los ecosistemas y desarrollar materiales educativos para escuelas y museos. 

Según el equipo, para poder avanzar lo primero que se tiene que saber es qué especies hay, cómo se identifican y cuáles son sus características. A esto los investigadores denominan “la línea de base” y es lo que se está empezando a hacer en los laboratorios del museo. “No se puede proteger lo que no se conoce y no se puede hacer un análisis posterior si no sabés cuál es la identificación del organismo”, explica Pastorino, que ya empezó a separar los grupos de los moluscos coleccionados y recolectando datos morfológicos y moleculares que permiten definir cada organismo. 

Una campaña con vista al futuro

La campaña se desarrolló frente a las costas de la provincia de Buenos Aires, en el límite entre la corriente cálida de Brasil y la fría de Malvinas, un área reconocida como frontera biogeográfica clave en el Atlántico Sur. Estudiar la biodiversidad del cañón e identificar cada una de las especies que vive en ese ámbito es de suma importancia para saber qué fauna tenemos en nuestro mar. 

Los procedimientos van variando según el tipo de muestra, ya que no es lo mismo, por ejemplo, identificar un coral que un caracol. Cada grupo tiene sus propias técnicas de clasificación y sus criterios, lo que hace que el tiempo sea muy variable. En algunos casos, el trabajo es bastante rápido, cuando se trata de especies ya conocidas por los investigadores. En otros, es más complejo: a veces ni siquiera hay registros previos que permitan ubicar al ejemplar dentro de una familia, lo que requiere un análisis mucho más fino y por lo tanto más tiempo.

Inclusive, muchas veces es necesario esperar material recolectado en otras partes del mundo, para realizar comparaciones, o conseguir la bibliografía existente para hacer un análisis exhaustivo y así establecer si el animal es nuevo o no. “Es un trabajo bastante detectivesco” , concluye Pastorino, quien además resalta que  conocer o identificar los organismos que viven en nuestro mar es sumamente importante, y permite establecer comparaciones a lo largo del tiempo. 

Porque como dicen los investigadores, explorar el océano es mucho más que lo que se vio en el streaming en vivo. La recolección de muestras fue el primer paso de un proceso que será largo y apasionante: estudiar, clasificar, comprender y conocer nuestro océano.